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Encuentro Colectivo de Arte Hecho por Mujeres 'Cromosoma X' busca celebrar la creación artística gestionada por mujeres, romper prejuicios, sensibilizar a la sociedad en torno a las capacidades de la mujer y difundir una actitud de solidaridad en momentos en que en el mundo hay un crecimiento de las xenofobias, desigualdad social y de la intolerancia.

Cromosoma X
pretende, sobre una base plural, diversa, incluyente y respetuosa de todo tipo de manifestación cultural, exponer las diversas propuestas y proyectos artísticos que realizan las mujeres, centrándose en el esfuerzo encauzado para el cambio y desarrollo sociales. Con la finalidad de mostrar un arte que pueda generar la transformación individual y social, donde realidades como el racismo, sexismo o violencia sean denunciadas en toda su crudeza, otorgar reconocimiento a las mujeres que, con su desempeño, contribuyen a superar la desigualdad existente en el campo de su competencia, comprender más el comportamiento humano y fomentar la formación de una sociedad más tolerante y respetuosa de los derechos de la mujer.
 


 

Acerca del cromosoma sexual X

En los humanos y otros mamíferos, la identidad sexual está gobernada por los cromosomas X e Y. El sexo masculino se define por la presencia de un cromosoma X y uno Y en el par 23 del genoma humano, mientras que el femenino por dos cromosomas X.

La secuenciación del cromosoma sexual X revela que la variabilidad genética de la mujer es mucho mayor. El cromosoma X que se creía 'dormido' tiene activos de forma permanente cerca del 15 % de sus genes. Esto indica que las mujeres tienen expresados estos genes el doble de veces que los hombres y por lo tanto tienen dos veces más cantidad de proteínas codificadas por esos genes. Estas grandes zonas despiertas están bien definidas y cada mujer las tiene distribuidas de una forma bastante diferente.

Hasta ahora y desde hace más de 45 años, los expertos aseguraban que uno de los cromosomas X de los dos que posee la mujer estaba 'silenciado', es decir, que los genes que contenía no se expresaban, de modo que las proteínas que codificaba no se sintetizaban. A principios de la década de los 80 aparecieron las primeras evidencias de que ese cromosoma X no estaba tan 'dormido' como se creía.

La importancia de las proteínas cuya fórmula de fabricación guardan los genes del cromosoma X radica en que pueden ser objeto de estudio para el desarrollo de vacunas contra el cáncer.

              

Luego de que X e Y cristalizaran su función respecto de la determinación del sexo, sus caminos se bifurcaron. Mientras que la estructura del cromosoma X casi no se alteró desde entonces, el cromosoma Y se redujo drásticamente perdiendo casi todos sus genes. En este caso, ha sido el cromosoma Y, el más masculino del genoma, el que ha surgido de la costilla femenina. Con esta revelación, la biología no sólo no confirma la tradición bíblica sobre la creación de Adán y Eva, sino que, en cierto modo, la contradice.